viernes, 6 de julio de 2007


JESUCRISTO ES DIOS
En el principio era el Verbo (la Palabra), y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. ...Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros. (Juan 1:1 y 14)
Son demasiadas las personas que no creen que Jesucristo, es Dios mismo. Pero la verdad es que JESUCRISTO ES EL TODO PODEROSO. Esto lo demostraremos a continuación: En Malaquías capítulo tres, Jehová dijo por boca del Profeta: "He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mi; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros". Atentamente, ponga atención a lo siguiente; Dios dijo: "yo" y "mi mensajero" y "delante de mi". Todo estudiante de la Bíblia sabe que "mi mensajero" está hablando de Juan el Bautista. Dios, (Jehová), dijo que Juan el Bautista vendría delante de El (Dios, Jehová) preparando el camino. Pero todos nosotros sabemos sin lugar a duda, que Juan el Bautista vino delante de Jesucristo. ¿Qué sucedió? ... ¿Mintió Dios?...¡no!... "Y vendrá súbitamente a su templo el Señor". Es correcto; eso fue Dios (Jehová), que al cumplir su palabra vino a su templo. ¿Y cuál era ese templo? Pues,...Jesucristo. ¡Gloria al Señor! El claramente nos está diciendo que Jehová (Dios mismo) bajaría a un templo que conocimos como Jesucristo, y de esa manera vemos toda la escritura corriendo en armonía. Ahora podemos entender; porque nuestro Señor Jesucristo dijo en Juan (14-7): "Si me conociéseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. ¡Oh! mi hermano, no seamos ciegos; El claramente les dijo, que El, era el cumplimiento de la escritura que dice: "Y vendrá súbitamente a su templo el Señor". Era Jehová morando plenamente en aquel cuerpo humano que fué su hijo, por cúanto fué engendrado por el Espíritu Santo. Felipe experimentó incredulidad como muchos hoy día que no pueden creer que Jesucristo es el Todo Poderoso. Continuemos leyendo en San Juan 14 (8-10): "8) Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. 9) Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mi, ha visto al Padre; ¿Cómo, pues, dices tu: Muéstranos el Padre? 10) ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mi? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mi, él hace las obras." Ciertamente, me gozo tremendamente en la Palabra de Dios, pues vemos que no puede fallar. El hombre es el que falla cuando la interpreta. El apóstol Pablo enviado a nosotros los gentiles, dijo en Romanos (9-5): "De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas la cosas, bendito por los siglos. Amen." ¿No se goza usted alma preciosa al ver estas verdades?, no importa lo que el mundo diga, Dios ya dijo; Su Palabra es siempre perfecta. Podemos comprender claramente San Juan capítulo uno. Vemos, que el Verbo (La Palabra) era con Dios y que el Verbo era Dios. Y en Juan 1-14 comprendemos, que cuando el Verbo (La Palabra) se hizo carne, entonces vimos a Jesucristo. Una vez más se nos demuestra que cuando Jehová bajó a su templo, esto no fué, ni más ni menos que La Palabra, que es Dios mismo haciéndose carne y morando entre los hombres, quienes tienen por costumbre rechazarlo por cualquier interpretación humana que se contradice con la Bíblia.
Tenemos muchas escrituras que prueban sin lugar a duda, que ciertamente Jesucristo es el Dios Todo Poderoso. Recuerde... si Jesucristo no es Dios, entonces Jehová mintió cuando dijo que "su mensajero" vendría delante de El. También Jesucristo mintió, cuando dijo que él, y su Padre eran uno. ¡Dios no miente! Dios no quiere que su pueblo esté confundido ignorando su verdadera identidad. Fué debido a esto, que el Apóstol Pablo dijo en Colosenses 2 (8-10): "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y hueca sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9) Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10) y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad." La palabra Deidad significa la condición de ser Dios. Cuando la Biblia dice que en Jesucristo habita corporalmente la plenitud de la Deidad, esto es Dios en su totalidad. Alguién podría argumentar que Jesucristo y Dios no pueden ser la misma persona, ya que en San Juan 14-28 Jesucristo dijo: "...Porque el Padre mayor es que yo.", de tal manera que si el Padre es mayor que el hijo, entonces el Padre y el hijo no pueden ser el mismo. Mis hermanos y hermanas, ese razonamiento es válido, si usted no conoce las Escrituras. Pues, nosotros sabemos que Dios (El Padre) es Espíritu, y Jesucristo (El Hijo) es carne. También comprendemos, que el Espíritu es mayor que la carne. ¡Amen! Entonces, "el Padre es mayor que el Hijo". Esto de ningúna manera contradice la Verdad de que el Padre y el Hijo son uno y la misma persona. No se le olvide: "Y aquel verbo (...y el verbo era Dios) fué hecho carne, y habitó entre nosotros..." ¡Ciertamente Su Palabra es perfecta! Cuando el Verbo, que es la palabra, se hizo carne, ciertamente vimos a nuestro precioso Salvador, El Señor Jesucristo, que siendo inmortal, se hizo mortal para poder pagar por las deudas de todos aquellos que le aman y le obedecen

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